Tipos de factores de forma de discos SSD

Tipos de factores de forma de discos SSD

Diagrama de un disco SSD con líneas de circuitos saliendo desde los costados

Quiere adquirir un nuevo disco SSD para mejorar la velocidad de su sistema. Pero, ¿cómo elegir la opción adecuada? Un elemento que juega un papel importante en su decisión es el tipo de conexión, o conexiones, de almacenamiento del sistema, así como su factor de forma: el tamaño y la forma del disco SSD. Además, el disco SSD que elija dispondrá de una interfaz de almacenamiento SATA o NVMe (que utiliza PCIe).

En el transcurso de los años, SATA ha sido el prevaleciente. No obstante, NVMe fue diseñado específicamente para utilizar con SSD, en lugar de SATA, que originalmente se diseñó para discos duros (HDD) y se adaptó para usar con NVMe. Los discos SSD NVMe admiten diversos factores de forma, lo cual los hace versátiles para numerosas plataformas de almacenamiento, desde servidores hasta matrices Flash. NVMe va ganando rápidamente terreno para convertirse en la interfaz norma del sector para todo, desde las más recientes consolas de juegos, ordenadores portátiles y de sobremesa para usuarios finales, hasta servidores de los centros de datos más avanzados.

Discos SSD de Kingston de diversos factores de forma

Factores de forma de SSD: 2,5”, M.2, mSATA y U.2.

2.5”
A la hora de comprar un disco SSD, lo primero que tiene que saber es cuál de los factores de forma es compatible con su sistema. Los discos SSD se presentan en muchas formas y tamaños. Por ejemplo, 2,5” es el tipo de SSD más habitual, y encaja en la mayoría de los ordenadores portátiles o de sobremesa. Su forma es similar a la de un disco duro (HDD) tradicional y se conecta a través de cables SATA, por lo que ofrece una experiencia con la que ya estará muy familiarizado.

M.2
Otro factor de forma, M.2, se ha convertido en la norma de portátiles y notebooks delgados. Su minúsculo tamaño suele compararse con una lámina de chicle y, en la mayoría de los casos, resulta fácil de instalar en la placa base. Está disponible en diversas longitudes para posibilitar diferentes capacidades de discos SSD: cuanto más larga la unidad, más chips Flash NAND pueden montarse en la misma, lo cual incrementa la capacidad.

mSATA
En síntesis, mSATA, o miniSATA, es una versión más pequeña de un SSD SATA de tamaño normal. Utiliza un factor de forma compacto, como M.2, aunque no es intercambiable. Las unidades M.2 pueden ser compatibles con las opciones de interfaz SATA y PCIe, en tanto que mSATA solamente es compatible con SATA. Esta versión está diseñada para los sistemas de factores de forma más pequeños, en los cuales el espacio es limitado.

U.2
Por último, tenemos U.2, cuyo aspecto es similar al de las unidades de 2,5”, aunque un tanto más gruesas. Utiliza un conector diferente y envía los datos a través de la interfaz PCIe. Normalmente, la tecnología de los discos SSD U.2 está reservada para estaciones de trabajo, servidores y aplicaciones empresariales de alta gama que requieren mayor almacenamiento. Admite temperaturas de servicio más elevadas y es más favorable para transferir calor que el factor de forma M.2.

Primer plano de un conector M.2

Interfaces: Comparativa entre NVMe y SATA

La interfaz de comunicaciones es la manera en que su sistema se comunica con su PC. Está disponible en dos tipos: SATA y NVMe PCIe . La interfaz SATA es más asequible y está más difundida. Ofrece un buen rendimiento para aplicaciones comunes. PCIe es la interfaz estándar de NVMe, que es entre tres y diez veces más rápida que SATA. La mayoría de los discos SSD M.2 de alta gama lanzados en los últimos años son compatibles con NVMe (pero no todos los M.2 son NVMe: algunos son SATA). NVMe es mucho más rápida porque posibilita un mayor ancho de banda que los modelos de SATA, lo cual mejora el rendimiento en aplicaciones de productividad muy densa. Si las tareas diarias consisten en trabajos intensivos, como edición de vídeos y transferencias de archivos voluminosos, los SSD NVMe serían una buena elección.

Ahora que entiende las diferencias entre los factores de forma y las interfaces de los SSD, su elección debería haberle quedado clara. Tenga en cuenta el dispositivo que esté actualizando cuando compre su próximo SSD. Tanto si se trata de un servidor como de un ordenador portátil o de sobremesa, cualquier actualización con un SSD supondrá una mejora notable con respecto a las tradicionales unidades de discos giratorios. Son más rápidos, más pequeños, tienen una mejor eficiencia térmica y resisten movimientos y caídas accidentales. Asegúrese de leer el manual del usuario del fabricante de su placa base/sistema para confirmar cuál será el factor de forma idóneo para su dispositivo.

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