SSD corporativo versus cliente
Los centros empresariales de datos, que requieren de altas capacidades de procesamiento y bajas latencias en las transacciones y que antes apoyaban sus operaciones en unidades de disco duro (HDD) en sus servidores, cada vez más se están topando con problemas de rendimiento, y están contemplando la opción que representan las unidades de estado sólido (SSD) como una solución de almacenamiento más viable que les permita aumentar su rendimiento, su eficacia y su fiabilidad, además de reducir los gastos operativos generales (OpEx).
Como un primer paso para entender las diferencias entre las dos clases de unidades SSD, debemos distinguir los dos principales componentes que las conforman: el procesador de almacenamiento de la memoria Flash y la memoria Flash no volátil de tecnología NAND que se utiliza para almacenar los datos.
Actualmente el mercado de las unidades SSD y de los componentes de memoria Flash NAND se divide en tres grupos principales:
- Dispositivos para consumidores: tablets, cámaras, teléfonos celulares,
- Sistemas cliente: computadoras portátiles de distintos formatos (netbook, notebook, ultrabook), dispositivos AIO todo en uno, computadoras personales de escritorio, aplicaciones integradas/industriales (quioscos de juegos, sistemas a la medida, señalización digital),
- Plataformas empresariales de procesamiento: informática de alto rendimiento (HPC), servidores de centros de datos.
Escoger el dispositivo SSD de almacenamiento adecuado para los centros de datos empresariales pudiera ser un proceso prolongado y difícil de obtención de información y de evaluación de los múltiples proveedores de las muchas y distintas unidades SSD y de los tipos de productos. No todas las unidades SSD de memoria Flash de tecnología NAND se han creado del mismo modo.
Las unidades SSD se fabrican para que se puedan implementar de un modo sencillo, ya sea como sustitutas o como complementos de las unidades basadas en discos magnéticos rotativos (HDD). Las SSD están disponibles en distintos formatos físicos, incluido el de 2.5", y en distintos protocolos de comunicación/interfaces para la transferencia de datos a y desde la unidad central de procesamiento (CPU) del servidor host que las aloja, entre los que se incluyen el Serial ATA (SATA), el Serial Attached SCSI (SAS) y más recientemente el PCIe.
No obstante, que sean sencillas de implementar no garantiza que toda unidad SSD será adecuada en el largo plazo para la aplicación empresarial a la que se haya incorporado, y el coste de haber elegido unidades SSD incorrectas pudiera a menudo anular todo ahorro inicial y toda ventaja de rendimiento obtenidos, debido a factores tales como el desgaste prematuro por la cantidad excesiva de ciclos de escritura de datos, el enorme deterioro del rendimiento de escritura sostenida en el transcurso de su vida útil prevista y la introducción de latencia adicional en la matriz de almacenamiento, factores todos que pudieran exigir su reemplazo antes de tiempo.
En este documento vamos a ver las tres características principales que distinguen a las unidades SSD de clase empresarial de las de clase cliente, a fin de ayudarle a tomar la decisión de compra más adecuada cuando llegue la hora de sustituir o de añadir almacenamiento adicional a su centro empresarial de datos.