De todos los dispositivos que utilizan el almacenamiento digital, las cámaras de vídeo 4K suelen ser las más fácilmente compatibles con adecuadas soluciones de almacenamiento. A pesar de sus capacidades de alta gama, sus necesidades específicas son tan rígidas y estrictas que encontrar almacenamiento para las cámaras de vídeo 4K es bastante sencillo. No existen demasiadas variables que pudiesen complicar la selección.
Antes de pasar a los factores importantes para seleccionar el almacenamiento correcto, voy a referirme brevemente acerca del propio concepto 4K.
El ‘4’, claro está, significa el número cuatro. La ‘K’ significa mil. Así, pues, 4K representa el número 4.000, aunque en este caso hace referencia a cualquier resolución de vídeo que, a grosso modo, tenga unos 4.000 píxeles horizontales.
¿Por qué "a grosso modo"? Porque el término 4K se utiliza para describir dos normas distintas, aunque similares. En los círculos profesionales, como las Iniciativas de Cine Digital (DCI, por sus siglas en inglés), la resolución 4K es de 4096 x 2160, y se utiliza para películas. El 4K conocido en el entorno de la electrónica de consumo (equipos de televisión y vídeo) se denomina Definición ultra-alta (UHD), de 3840 x 2160. Ya vemos que una norma tiene más de 4.000 píxeles que la otra. Es decir, a grosso modo 4.000 píxeles horizontales.