Unidades Flash USB cifradas: Más económicas que los honorarios de abogados

Ya habrá notado que, en nuestras comunicaciones, solemos destacar la importancia de utilizar unidades USB cifradas para proteger los datos. Las pérdidas de las unidades USB es una de las principales causas de las vulneraciones de datos. Estas vulneraciones son perjudiciales tanto para su reputación como para su cuenta bancaria.

Aunque hemos tocado el tema muchas veces, nunca comparamos el coste del cifrado preventivo con los potenciales gastos de contratación de abogados después del hecho. Bien: aquí un poco de información para reflexionar.

Considerando las cantidades de datos que pueden almacenarse en las unidades USB, los daños causados por su extravío o robo pueden ser significativos para una organización. Considerando el efecto multiplicador en caso de que un pirata acceda a los datos contenidos en la unidad, potencialmente tendrá acceso a otros datos críticos que lo llevará a otros lugares; es decir, un daño exponencial.

Una unidad USB con cifrado basado en hardware es una solución excelente, sencilla y expeditiva. Con precios de entre $40 y $600, son ideales para aplicaciones empleadas tanto por pymes y grandes empresas como administraciones públicas y ONG.

Incluso las unidades de más alto precio resultan más económicas que los gastos de abogado que deberá pagar si lo piratean y resulta demandado.

Sepa que sea cual fuere la tarifa plana, es más que probable que resulte más cara de lo que hubiesen costado varias unidades USB frustradas, y que posiblemente habrían evitado que su organización resultase pirateada. Si no lo hizo, tendrá que aceptar pagar —salvo si el abogado es cuñado de un amigo de la infancia— por servicios que no serán baratos.

Un método de cifrado basado en hardware, independiente del software y protegido con patente para proteger los datos es la mejor defensa contra la pérdida de información. Con la gran variedad de opciones de unidades USB para la multitud de casos de uso, existen claramente muchísimas ventajas, y al parecer ninguna desventaja, para que una organización aplique las medidas y buenas prácticas de seguridad correctas a la mayor brevedad. Su organización puede implementar una cultura de seguridad de los datos, en lugar de tener que aprender de amargas experiencias.

Abonar honorarios de abogados para protegerse contra demandas por vulneración de datos le costará mucho más que dinero: en última instancia, el daño reputacional podrá ser tan alto que quizá su organización no pueda recuperarse.