
La Steam Deck es toda una revelación para los amantes de los juegos: es básicamente un PC para juegos de bolsillo. No obstante, la mayoría de los jugadores están de acuerdo en que su capacidad de almacenamiento se queda muy corta. El modelo básico inicial empezó con tan solo 64 GB de almacenamiento eMMC. Hoy en día, el modelo base de Steam Deck cuenta con una unidad SSD NVMe PCIe 3.0 x4 de 256 GB, y las versiones actualizadas OLED ofrecen 512 GB o 1 TB de almacenamiento como máximo. Pero los juegos actuales requieren de una gran capacidad de almacenamiento para poder ejecutarse correctamente. ¡Kingdom Come: Deliverance 2, que salió en febrero de 2025, pesa 100 GB! Casi el 40 % del almacenamiento de la Steam Deck estándar.
Por eso muchos propietarios de una Steam Deck suelen decidir cambiar la SSD original de la unidad por una con más capacidad. Aunque suene complicado si nunca antes has abierto un ordenador, en realidad no es tan difícil como parece. Con esta guía aprenderás cómo elegir una SSD de respuesta e instalar tus juegos favoritos en tu Steam Deck renovada.
Pasos previos a cambiar la SSD
Antes de abrir la Steam Deck para mejorarla o repararla, es importante que hagas una copia de seguridad de tus datos para evitar que se pierdan partidas, progresos guardados o configuraciones personalizadas. Aunque algunos datos de juego se guarden automáticamente a través de Steam, no ocurrirá lo mismo con aquellos juegos que no se hayan adquirido por Steam, emuladores ni configuraciones personalizadas. Para no perder nada importante, puedes copiar manualmente los archivos importantes en una tarjeta microSD, unidad de almacenamiento externa o en algún servicio en la nube seguro. Otra opción es crear una copia de seguridad completa de tu unidad interna utilizando programas como Clonezilla o Balena Etcher. Asegúrate siempre de que la copia de seguridad esté completa y que puedas acceder a ella antes de modificar el hardware.
Obviamente, si vas a abrir la carcasa de tu Steam Deck, consulta primero el manual del dispositivo y sigue las precauciones de seguridad contra descargas electrostáticas. Te recomendamos que descargues la batería por debajo del 25 % de su capacidad antes de iniciar el proceso. Además, Valve sugiere que accedas al BIOS de tu Steam Deck para ponerla en modo de almacenamiento de batería. Apaga tu Steam Deck y desconecta todos los cables. No te olvides de extraer cualquier tarjeta microSD que tengas puesta.
Cómo abrir tu Steam Deck

Lo primero que debes hacer para abrir tu Steam Deck es contar con un destornillados de estrella (Phillips) para quitar los ocho tornillos de la tapa trasera de la consola. Los tornillos que están más cerca del centro son más cortos que los de los extremos. Procura mantener separados los distintos tipos de tornillos para no mezclarlos después y correr el riesgo de dañar la carcasa o los componentes internos con uno que no encaje bien.
Cuando hayas quitado todos los tornillos, ya podrás desencajar la tapa trasera. Puede que necesites una púa o una herramienta de apertura para ayudarte. Si ves que se te complica demasiado, lo más fácil suele ser comenzar por los bordes superior o inferior. Cuando sueltes los clips, la tapa posterior debería levantarse fácilmente.
El siguiente paso depende del modelo de Steam Deck que tengas. Si tienes uno de los modelos básicos, este paso será algo más complicado. Estos modelos tienen un protector metálico sobre la placa base y un trozo de cinta de aluminio que oculta un tornillo. Lo ideal es que no rompas la cinta: usa unas pinzas o una herramienta similar para despegarla cuidadosamente y poder volver a colocarla después. En cambio, los modelos de Steam Deck OLED no tienen este tercer tornillo oculto, sino una cubierta de plástico negro. Quita los tornillos del protector de la placa base (recuerda que el tercer tornillo del modelo básico tiene una rosca con distinto tamaño al resto, así que guárdalo por separado) y luego retira la pieza con cuidado. Es posible que esté pegada a las almohadillas térmicas que hay debajo.
Cómo cambiar la unidad SSD

Ahora que ya tienes acceso a la placa base, lo primero que debes hacer es desconectar la batería. Para ello, desliza con cuidado el cable usando la lengüeta de tracción y tira directamente de la placa base. A continuación, quita el tornillo que sujeta la unidad SSD. Guárdalo en un lugar seguro y distinto al del resto de los tornillos. Una vez retirado el tornillo, la unidad SSD se elevará un poco. Sujétala por el extremo y extráela con cuidado del conector de la placa M.2. La unidad SSD tiene una lámina de protección contra descargas electrostáticas que también necesitarás para la nueva SSD. Desliza la lámina con cuidado (unas pinzas pueden venirte bien para este paso) y colócala sobre la unidad SSD nueva.
Debe encajar perfectamente para que la unidad se inserte de manera correcta. Siempre que la unidad de repuesto sea una M.2 2230 de una sola cara, como la unidad SSD Kingston NV3 2230 PCIe 4.0 NVMe, debería encajar a la perfección. Ten en cuenta que, aunque utilices una unidad más nueva, la Steam Deck la hará funcionar a la velocidad compatible (NVMe PCIe Gen 3 x4). Inserta por completo la unidad nueva en la ranura de la unidad SSD, presiónala suavemente hacia abajo y atorníllala con el tornillo apropiado (debe ser uno de los más cortos, un tornillo de 3,8 mm).
Cómo volver a montar tu Steam Deck
Este proceso consiste, básicamente, en repetir los pasos anteriores, pero al revés. Conecta de nuevo la batería insertando con suavidad el cable en su sitio. Coloca de nuevo el protector de la placa base y asegúrate de que encaje bien en las pequeñas lengüetas para que quede plano. Vuelve a atornillar los tornillos utilizando la longitud adecuada en cada caso. Si tu modelo de Steam Deck incluye la cinta de aluminio sobre el tercer tornillo, vuelve a pegarla bien. Vuelve a colocar la tapa trasera de la Steam Deck; debe encajar correctamente para poder atornillarla. De nuevo, recuerda que los tornillos más pequeños van en el interior, los más grandes, en los bordes exteriores.
Cómo preparar tu unidad SSD

¡Ya has superado la parte más difícil! El siguiente paso es preparar e instalar SteamOS en la nueva unidad SSD. Para ello, necesitarás otro ordenador (además de tu Steam Deck), una memoria Flash con más de 8 GB de capacidad, un adaptador USB-A a USB-C y un teclado con cable.
Descarga el sistema operativo de Steam Deck del sitio web oficial de Valve. También tendrás que descargar el software de escritura adecuado para el sistema operativo que utilices en tu ordenador y, a continuación, escribir el sistema operativo en la memoria Flash. Conecta la memoria Flash en tu Steam Deck (utiliza el adaptador si hace falta).
Para iniciar la Steam Deck, mantén pulsado el botón para bajar el volumen y el botón de encendido. Si todo sale bien, oirás un pequeño sonido. Suponiendo que la unidad de arranque haya funcionado según lo previsto, a continuación deberás conectar el teclado para poder seleccionar la unidad desde la que arrancar el sistema, Este proceso puede ser un poco lento: cada etapa puede tardar hasta media hora, incluso sin que parezca que esté pasando nada. Si crees que el proceso se ha estancado, puedes reiniciar el gestor de arranque y volver a intentarlo.
Cuando cargue el sistema operativo de escritorio, verás cuatro opciones. Selecciona “Re-image Steam Deck” (Recrear la imagen de la Steam Deck) para instalar SteamOS en la nueva SSD. Este proceso también tardará bastante tiempo.
Cuando finalice la instalación, apaga la Steam Deck y vuelve a encenderla. Puede que el primer arranque tarde mucho más tiempo de lo normal, pero cuando lo haga, se cargará automáticamente en Steam. ¡Y ya estaría! Ahora solo te queda volver a descargar e instalar tus juegos favoritos.