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Un joven jugando en un PC en una habitación a oscuras.

¿Cómo influyen las unidades SSD en los juegos?

Dibujo de una SSD M.2

¿Las unidades SSD son útiles para los jugadores? Los jugadores que pretenden aumentar el rendimiento de sus ordenadores han adoptado las unidades SSD: un disco duro de primer nivel que, técnicamente, no es un disco duro. Los discos duros son las tradicionales unidades de disco magnético de almacenamiento (HDD) que se vienen utilizando desde mediados de la década de 1950.

Normalmente, la sigla SSD hace referencia a las unidades de estado sólido. Pero también se las denomina unidades SSD, también por estado sólido. Ese tipo de redundancias es habitual con las abreviaturas: ejemplos de ello son ‘cajero ATM’ o ‘unidad CPU’. Pero en lugar de distraernos en un asunto trivial, veamos las características de los discos SSD y por qué los jugadores deberían adoptarlos.

En primero lugar, veamos los rudimentos de las SSD. A finales de la primera década de este siglo, las unidades SSD comenzaron a popularizarse para el almacenamiento informático. Hoy se los reconoce como una alternativa de mayor nivel a los otrora ubicuos discos duros magnéticos (HDD). Y por buenos motivos. Hoy podemos encontrar las SSD tanto en ordenadores como en consolas de juegos.

Una SSD es un soporte de almacenamiento que, a diferencia del disco duro, utiliza memoria no volátil (Flash) para mantener los datos y acceder a los mismos. En otras palabras: no contiene piezas mecánicas móviles, como en el caso del disco duro. Y dado que no tiene piezas móviles, una SSD es muy estable y tolera mejor caídas, sacudones y el uso y desgaste normales. Esto implica que son más fiables y menos propensas a experimentar pérdidas de datos.

Las unidades SSD son entre 35 y 100 veces más rápidas que los discos duros. ¿Qué significa esto para los jugadores? Un equipo de rendimiento superior gracias a sus mejores tiempos de arranque, movimientos de datos y mayor anchura de banda. Además, por sus velocidades más rápidas, las SSD pueden procesar datos a las velocidades ultraaltas que requiere el actual mundo de los videojuegos. Después de que Microsoft lanzara la DirectStorage API para Windows, los juegos pueden potencialmente adaptarse a estas rápidas velocidades de transferencia e incluso a velocidades de carga más rápidas.

Bien, ¿y qué significa esto para el mundo de los juegos? No debería sorprender que a los jugadores les encante el rendimiento de las SSD. La velocidad, la fiabilidad y el consumo eficiente de la energía son factores que pesan mucho para el disfrute de los jugadores. Estos son los pilares de las unidades de estado sólido. ¿Son buenas las unidades SSD para jugar? Parece ser que no hay nada mejor.

Entre los diferentes tipos SSD disponibles, las SSD NVMe™ (siglas de Memoria exprés no volátil) son quizá los mejores para juegos. Esto se debe a que sus velocidades de lectura/escritura —críticas para los sofisticados juegos de hoy en día— se sitúan en el extremo alto de la gama y contribuyen a reducir el aborrecido factor de latencia, el talón de Aquiles del rendimiento de los juegos. (Las velocidades de lectura/escritura de las SSD NVMe van desde los 1000 a los más de 7000 MB/s, en función de si son de la Gen 3 o la Gen 4; en comparación, las SSD SATA alcanzan velocidades de lectura/escritura de 500/500 MB/s.)

¿500 GB son suficientes para juegos? Esto depende de cuáles son sus objetivos. Normalmente, los juegos de PC AAA pesan más de 100 GB, lo cual implica que posiblemente solo un puñado de los grandes juegos del sector cabría en una SSD de ese tamaño. Para los jugadores que mes a mes se centran en diferentes juegos, tener un disco duro de copia de seguridad más grande es una ventaja, pudiendo reservar la SSD para los juegos que estén utilizando en ese momento y que requieran mayores velocidades de lectura/escritura y menor latencia.

Una consola PS5 con la compuerta de la SSD retirada, una SSD FURY Renegade, un destornillador y un tornillo

Las SSD NVMe son mucho más impresionantes que las alternativas, a tal grado que las consolas de juegos (específicamente, la PS5) las utilizan exclusivamente para almacenamiento. La PS5™ dispone de 667 GB de almacenamiento (825 GB nominales, aunque una parte significativa la ocupa el sistema operativo de la consola). ¿Cuánta capacidad de SSD se necesita para jugar con la PS5? Solamente las unidades NVMe PCIe 4.0 con velocidades de 5.500 MB/s y 250 GB de capacidad son compatibles con la más popular consola de Sony. Ahora, PlayStation® ofrece a sus usuarios la posibilidad de instalar SSD internas de factor de forma M.2, como la SSD FURY™ Renegade de Kingston. Esto implica que podrá seguir utilizando el SSD de almacenamiento original de 825 GB conjuntamente con el nuevo espacio que agregue con la SSD M.2. Las unidades externas, como la SSD portátil XS2000 de Kingston, no pueden utilizarse para jugar, pero sí para guardar juegos. Dado que muchos de los mejores juegos de la PS5 requieren entre 40 y 60 GB de espacio de almacenamiento, descargarlos en una unidad SSD puede resultar conveniente.

Xbox®, tanto la Serie X como la S, incorpora SSD internas (1 TB y 512 GB, respectivamente). De hecho, Xbox Series X tiene apenas 802 GB de espacio útil para juegos, en tanto que Xbox Series S solamente 364 GB. A diferencia de la PS5, tienen solamente dos opciones de expansión de almacenamiento. Una sería una SSD tipo tarjeta de memoria personalizable, y la otra una unidad Flash USB, como DataTraveler Kyson de Kingston. Esto podría ser más adecuado si buscamos una alternativa asequible con altas capacidades.

Los precios de las SSD están descendiendo, y se presentan con opciones de almacenamiento más grandes que nunca, de hasta 8 TB. Tanto si está ampliando su consola como creando una nueva plataforma de juegos o actualizando un veterano PC, ahora es siempre un buen momento para comprar una unidad SSD.

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