Imagínate que estás por alcanzar el siguiente nivel de tu juego de PS5 favorito, que tu pantalla se torne negra y que aparezca el mensaje ‘Su PS5 está demasiado caliente’. Las consolas PlayStation están diseñadas para mantenerse frías y expulsar el calor generado por el uso intenso. Sin embargo, siempre existe el riesgo de que la consola se recaliente y sufra daños irreparables, en especial cuando jugamos con títulos con elevado uso de gráficos complejos. Si esta idea te aterroriza, sigue nuestras recomendaciones para evitar que la PS5 se recaliente antes de llegar incluso a esa situación.
1. Superficie
La superficie sobre la que apoyas la PS5 es fundamental para mantenerla fresca. Las superficies tales como alfombras o moquetas pueden provocar que se acumule polvo y suciedad en los conductos de aire. En su lugar, coloca la PS5 sobre una superficie dura, que favorece un enfriamiento óptimo, y utiliza el soporte incluido con la PS5 para que haya suficiente espacio entre la base de la consola y la superficie dura sobre la que está colocada.
2. Entorno
El entorno en el que guardas tu PS5 puede marcar una enorme diferencia de temperatura para la consola. Asegúrate de mantenerla en un lugar bien ventilado, con suficiente circulación del aire. No debes mantenerla en un aparador ni en un espacio reducido en el que no exista una circulación constante de aire para enfriar el sistema. Querrás asegurarte de que todas las aberturas de ventilación estén libres de obstrucciones, y que la consola esté al menos a unos 10 cm de distancia de cualquier pared.