Opción 3: comprar nuevos dispositivos
Invertir en dispositivos nuevos que incluyan Windows 11 puede ser una solución sencilla. El nuevo hardware garantiza la compatibilidad con las últimas funciones de seguridad y software, de tal manera que la transición se pueda realizar sin complicaciones.
Sin embargo, esta opción puede resultar muy costosa y no ser factible para muchas organizaciones, especialmente aquellas con limitaciones presupuestarias. Aun así, si quiere adquirir nuevos dispositivos, la siguiente pregunta clave que debería hacerse es: ¿debería comprar un PC con IA o sin ella?
Comprar un PC con IA
Si bien los PC con IA ofrecen tecnología de vanguardia y capacidades avanzadas, existen diversas limitaciones que las organizaciones deberían tener en cuenta antes de realizar la compra.
Los PC con IA suelen ser más caros que los PC tradicionales, puesto que incluyen componentes avanzados como NPU (unidades de procesamiento neuronal) o CPU y GPU de alto rendimiento. Esto puede suponer una inversión importante, especialmente para organizaciones con presupuestos ajustados.
Además, las organizaciones que buscan adquirir PC con IA se enfrentan a otra decisión: ¿deberían optar por dispositivos con conjuntos de chips ARM, como Qualcomm Snapdragon, o conjuntos de chips X86, como los de Intel o AMD?
Si bien los PC con IA de Snapdragon ofrecen un mejor rendimiento general en comparación con sus homólogos de Intel y AMD, también tienen algunos inconvenientes. Ejecutar aplicaciones x86 en CPU con Snapdragon a menudo requiere emuladores, como Prism en Copilot+ PCs. Sin embargo, la emulación puede provocar un rendimiento más lento y es posible que algunas funciones del sistema operativo emulado no siempre sean compatibles con el hardware.
Aunque esta situación está mejorando para muchas de las aplicaciones empresariales más populares, no se puede decir lo mismo de las aplicaciones a medida o específicas que utilizan muchas empresas.
A pesar de las altas expectativas respecto a las capacidades de los PC con IA, muchas organizaciones tienen dificultades a la hora de encontrar aplicaciones prácticas e inmediatas adecuadas para ellas. Hasta que no haya más aplicaciones y software con tecnología de IA disponibles, los beneficios de los PC con IA no se podrán aprovechar en su totalidad. Llegado ese momento, es posible que los primeros usuarios que adopten estas soluciones acaben con dispositivos que no tengan las especificaciones adecuadas, y que tengan que realizar otra compra antes de lo esperado en sus ciclos de actualización habituales.
Comprar un PC sin IA
Si bien los PC que no incluyen tecnología de IA pueden parecer la mejor solución para reemplazar los dispositivos existentes debido a sus especificaciones sencillas y su compatibilidad con una amplia gama de software, es importante tener en cuenta su situación futura, ya que generalmente se espera que estos duren entre 3 y 5 años.
Además, a medida que los PC con IA y sus aplicaciones sigan expandiendo su ámbito y sus funciones, es probable que se conviertan en la opción predeterminada para muchos usuarios. Esto puede significar que los PC sin IA pueden perder compatibilidad con los nuevos software y actualizaciones, lo cual puede llevarlos a la obsolescencia.
En resumen, si decide comprar PC sin IA para su negocio, es posible que tenga que dar el paso a los PC con IA antes de lo esperado (de nuevo, tendría que realizar una segunda compra antes de lo esperado).