Jugando con Windows 11: Qué esperar con las nuevas características de rendimiento

Los usuarios de Windows venían esperando desde 2015 el siguiente sistema operativo (SO) de Microsoft, y finalmente... ¡Windows 11 ya está aquí! Toda la atención está centrada en sus avanzadas prestaciones, así como en la consolidación de funciones y en las mejoras de la experiencia del usuario. Pero es que, además, Windows 11 trae consigo algunas fabulosas características para juegos que vamos a ver inmediatamente.

DirectStorage

DirectStorage es (literalmente) una actualización que transformará la manera de jugar. Su tecnología permite que los discos SSD NVMe transfieran los datos de las partidas directamente a la tarjeta gráfica, salvando los atascos de la CPU y posibilitando velocidades de renderización alucinantes, sin prolongados tiempos de carga. Para los jugadores esto supone despedirse de las pantallas de carga y dar la bienvenida a maneras de jugar más rápidas y fluidas.

Es tal el entusiasmo que esto ha despertado, que recientemente Microsoft anunció que DirectStorage también estará disponible para Windows 10. Por consiguiente, incluso si opta por no actualizar a Windows 11 podrá aprovechar las ventajas de DirectStorage.

Es importante destacar que esta tecnología funcionará solamente con discos SSD NVMe. Y aunque es compatible con discos SSD PCIe 3.0, los SSD PCIe 4.0 (como el Kingston FURY Renegade y el KC3000) posibilitan una mejor experiencia, ya que pueden sacar el máximo partido de los SSD de nueva generación.

Tanto si opta por seguir con Windows 10 como por dar el salto a Windows 11, este es un momento perfecto para actualizar a un SSD NVMe para aprovechar las ventajas de DirectStorage. En combinación con actualizaciones de memoria y el incremento de la velocidad y capacidad del almacenamiento de su dispositivo, estas mejoras son una oportunidad para mejorar el rendimiento y, por ende, la experiencia general de jugar.

Auto HDR

Windows 11 posibilitará a los jugadores gráficos de calidad superior gracias a Auto HDR. Auto HDR es una tecnología que perfecciona automáticamente el aspecto visual de los contenidos de juegos sin que el jugador tenga que hacer nada para ello. Windows 11 detectará automáticamente un monitor compatible con HDR e intensificará los colores de los juegos basados en DirectX 11 o superior mejorando la gama dinámica. Auto HDR es el camino hacia una experiencia visual óptima en sus juegos.

Pestaña de Juegos

La aplicación de ajustes de Windows 11 tiene una pestaña específica para juegos que podrá configurar al ‘Modo de juego’. Esta opción reducirá automáticamente el uso de aplicaciones en segundo plano para liberar capacidad para los juegos en la CPU.

Xbox Game Pass

Windows 11 llega con una increíble selección de juegos, gracias a la aplicación Xbox. Los miembros de Xbox Game Pass tendrán acceso a una biblioteca de más de 100 juegos de alta calidad.

¿Qué hay de la compatibilidad?

Según la declaración de lanzamiento de Windows 11, necesitará una CPU de 1 GHz o más rápida, con 2 o más núcleos, en un procesador de 64 bits compatible o un Sistema en un chip (SoC). En términos reales, esto implica que serán compatibles las siguientes CPU de equipos de sobremesa/portátiles (a junio de 2021):

• Intel Core de 8ª generación (Coffee Lake, Whiskey Lake) y posteriores
• AMD Zen+ (Ryzen 2000, Threadripper 2000, Ryzen 3000G APU) y posteriores.

Sin embargo, esta lista no es definitiva y es posible que haya CPU anteriores compatibles con Windows 11. Sin embargo, la antigüedad de otros componentes de su(s) sistema(s) podría ser un factor orientador y sujeto a cambios. En todo caso, lo mejor es consultar el sitio web de compatibilidad de Windows 11^*.

Otro importante elemento a considerar son los requisitos de DRAM, y si serán compatibles con su CPU, tanto ahora como en el futuro. En el caso de Windows 11, los requisitos mínimos son de al menos 4 GB (gigabytes) de DRAM. Sin embargo, como mencionado previamente, cualquier cifra por encima de los requisitos mínimos garantiza una mejor experiencia.

¿Qué es TPM 2.0 y por qué lo necesito?

Trusted Platform Module (TPM, o Módulo de plataforma segura) era quizá un término desconocido antes del anuncio de Windows 11. Sin embargo, es obligatorio para poder utilizar Windows 11. El propio TPM es un criptoprocesador que protege al ordenador a nivel de hardware, impidiendo ataques mediante el empleo de una clave criptográfica integrada. Funciona coordinadamente con otros sistemas y aplicaciones de su PC. Por cuanto está basado en hardware, se lo considera más seguro que utilizar solamente cifrado de software.

Esto implica que quienes no dispongan de TPM 2.0 no podrán actualizar a Windows 11, salvo que (en el caso de los ordenadores de sobremesa) compren e instalen un módulo TPM 2.0. Para saber si su(s) dispositivo(s) tiene(n) o no TPM 2.0, busque “Seguridad de Windows” en el menú Inicio y, a continuación, seleccione sucesivamente “Seguridad del dispositivo” y “Detalles del procesador de seguridad”. Asegúrese de comprobar que la “Versión de especificación” sea 2.0, ya que las versiones anteriores no serán compatibles.