¿Tienes un PlayStation 5™ (PS5)?
Si es así, entonces sabrás que en septiembre de 2021, Sony lanzó la capacidad de instalar un SSD interno en la consola PS5 para ampliar su almacenamiento. Esta fue una gran noticia para los usuarios de PS5, ya que la consola solo viene con un SSD de 875 GB, que contando el espacio ocupado por el software del sistema, no es mucho almacenamiento para los jugadores. Especialmente dado el gran tamaño de los juegos de esta generación, ¡no quieres gastar todo ese dinero en un PS5 y luego quedarte sin almacenamiento!
Sin embargo, esta buena noticia relacionada con la posibilidad de añadir almacenamiento adicional a la consola fue un arma de doble filo, ya que también vino acompañada de una lista de requisitos estrictos y específicos por parte de Sony. Estos requisitos implicaban que no se podía instalar cualquier SSD en el PS5, sino que esta tenía que ser un dispositivo PCIe Gen 4 M.2 NVMe y lograr una velocidad de lectura mínima de 5500 MB/s. Además de eso, una de las mayores recomendaciones, la cual dio de qué hablar en la comunidad de jugadores, fue que Sony afirmó que el SSD utilizado para el almacenamiento interno debía disipar eficazmente el calor mediante el uso de una estructura de refrigeración, tal como un disipador de calor.
En este artículo queremos analizar para qué sirven los disipadores de calor y si realmente necesitas uno.